Nuestra casa de campo en El Carmen, Chincha.
¿Fin de semana? ¿Días de descanso? ¿Feriado?
Desconecta con solo tres horas de viaje.Nuestra finca campestre está ubicada a 200km al sur de Lima, en El Carmen – Chincha, a sólo diez minutos andando del pueblo y corazón cultural. Un lugar ideal para disfrutar en días libres, feriados, fines de semana, vacaciones familiares o escapadas con amigos, rodeados de naturaleza y de la riqueza cultural que caracteriza a El Carmen, cuna del arte afroperuano.Somos una auténtica casa de campo de carácter familiar y días pausados.Un oasis ideal para pasar las horas en la piscina al aire libre, jugar al vóleibol, leer un libro, trabajar sin presiones y disfrutar. Una parrilla entre amigos, una clase de danza o de cocina tradicional, tomarse el tiempo para descansar.¿Estás listo para desconectar?
En Huaranjapo siempre hay un espacio para ti.Ofrecemos habitaciones matrimoniales, dobles, triples y bungalows; además de opciones familiares y de alquiler exclusivo. Y porque entendemos que la familia también incluye a los de cuatro patas, podemos evaluar ser pet friendly.Aquí, cada momento se convierte en experiencia: desde una clase de danza o de cocina tradicional, hasta una cata o una velada culinaria compartida. También organizamos eventos privados que llevan la esencia del campo y la cultura de El Carmen a cada celebración.La vida en Huaranjapo se disfruta en comunidad: socializamos junto a la piscina, recorremos los huertos, jugamos en las áreas deportivas y encendemos la parrilla al caer la tarde. Todo pensado para que desconectes, respires y disfrutes a tu propio ritmo.
La calma del campo se une con la vitalidad de la música y la danza que distinguen a El Carmen, marcado por la hospitalidad de su gente y el sonido del zapateo y los cajones que llenan de vida sus tranquilas calles. Aquí, la memoria y la identidad cultural se celebran en comunidad, y esa energía se respira en cada rincón.Huaranjapo recoge ese espíritu y lo transforma en una experiencia de descanso: un espacio para detener el tiempo, disfrutar de la naturaleza, compartir entre amigos una parrilla al aire libre o simplemente dejarse llevar por la quietud del campo. Es un lugar para desconectarse del día a día y recuperar la conexión con lo esencial: la cultura, la tradición y la calidez de sentirse en casa.
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